LA PRUEBA Y ERROR

La expresión ensayo y error, también conocida como prueba y error, es un método heurístico, (hallar, inventar, descubrir, como el famoso Eureka, atribuido al matemático griego Arquímedes), para obtener conocimiento, tanto proposicional, (hipótesis),  como procedimental, (rigor en los procedimientos a seguir). Consiste en probar una alternativa y verificar si funciona. Si es así, se tiene una solución. En caso contrario —resultado erróneo— se intenta una alternativa diferente. (Definición de Wikipedia, adaptada).

La prueba y error se aplica ampliamente en farmacología, invención de nuevos remedios, como en general en el método científico a partir de la formulación de hipótesis, supuestos con fundamento científico, y luego verificar resultados. Es también muy utilizado por las ciencia de la información. La pregunta es ¿cuándo es importante aplicarlo? Cuando se desconoce el futuro o se tiene dudas fundadas sobre lo que va a ocurrir.

En estas épocas de pandemia si hay un denominador común es la duda sobre el futuro en, campos que normalmente se estimaba a través de estadísticas, de indicadores económicos, de encuestas y de todos aquellos procedimientos que nos daban una certeza razonable sobre el futuro de los negocios. Desde que comenzó la pandemia hemos escuchado toda clase de opiniones, posiciones, deseos y esfuerzos de la ciencia por encontrar una respuesta al tema central ¿Por cuánto tiempo vamos a vivir con este virus?, al principio se decía lo vamos a derrotar pronto, luego vamos a convivir con él, desde el punto de vista clínico tenemos por un lado los detractores que dicen que no existe que es un invento de quien sea y además no se sabe para qué hicieron el invento de virus, hasta el sector opuesto que lo ve como una tragedia que no sabemos cómo enfrentarla, con la esperanza de la vacuna que llega y no se sabe cuándo. Mientras tanto la economía de los países se va deteriorando, la pobreza aumenta y posiblemente la salud mental empieza a sufrir un deterioro. Así pasó también con las grandes guerras a diferencia que la opción era dicotómica es decir de “x” o “y” para ambos bandos, se planteaba qué hacemos si ganamos y qué hacemos si perdemos, por lo menos se veía el horizonte. La situación actual es muy diferente, no se sabe cuándo acaba, tampoco cómo será la post pandemia, en qué términos será la nueva situación, en algo hay acuerdo, se plantes una hipótesis, que todo será diferente, afirmación que tampoco es absoluta, puede que sea así o puede que todo vuelva a lo de antes. Mientras tanto no sólo la economía de deteriora, también la discusión política se desenvuelve en el mismo laberinto y la desorientación de la población que no sabe a quién mirar, qué camino seguir o a quien creer.

Sin embargo como de dice la vida sigue adelante y hay que buscar opciones para que sea mejor. El papel del empresario es importante en este contexto porque su misión es y ha sido siempre generar valor, generar recursos para el progreso y el bienestar. Ya quizá no es tan importante que uno fabricara el producto “A” y que ahora debe dedicarse al producto “B” o al servicio “C” porque esto es lo que el mercado pide y necesita y su tarea es responder de manera eficiente no sólo a lo que el mercado pide si no a lo que necesite. Ya nuestro futuro de empresa no se basa necesariamente en el “plan estratégico” previsto en diciembre de 2019. Posiblemente para algunos y quizá para muchos la opción es mirar como “pioneros” de una nueva realidad que tenemos que enfrentar, de modo que la “prueba y error” será una buena metodología para orientar nuestro futuro y el de usuarios que siempre requerirán de lo que podamos ofrecerles si sabemos visualizarlo. No es un mensaje de pesimismo sino más bien de coraje y entusiasmo para ser realmente creativos ante nuestros clientes en el campo que sea. La Cámara del Pacífico está y estará comprometida con ustedes en esta tarea ardua pero esperanzadora.